Ser asertivo consiste en defender nuestros derechos personales y expresar nuestras necesidades, respetando en todo momento las de los demás.
La inhibición es un comportamiento no asertivo que consiste en ser sumisos o pasivos ante los deseos o las reglas de los demás, teniendo en menor estima nuestros propios deseos, sentimientos, etc…
El comportamiento agresivo es lo contrario al inhibido, ya que no respeta los derechos e intereses y sentimientos de los demás. La conducta agresiva puede ser física o verbal y se puede dar de forma directa (amenazando) o indirecta (comentario sarcástico).
Los conflictos interpersonales se pueden resolver de tres formas, agresiva, pasiva o asertiva.
PASIVA: Ante los conflictos evitamos la confrontación.
AGRESIVA: Defendemos nuestros derechos de forma violenta, etiquetamos a los demás como malas personas, condenando su comportamiento.
ASERTIVA: Sabemos diferenciar entre un comportamiento no deseable y la persona que lo manifiesta, defendemos nuestros derechos sin atacar al otro y sabemos esperar el momento oportuno para hablar de los problemas.
A continuación os dejamos diez “derechos” para actuar de forma asertiva. Esperamos que os sirvan de gran utilidad:
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Ser mi propio juez. Tienes derecho a tener tus propias opiniones, creencias, sentimientos, conducta aunque a otros no se lo parezca.
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Elegir si me hago responsable de los problemas ajenos sin sentirnos culpables en caso contrario.
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Elegir si quiero o no dar explicaciones. Nosotros somos los responsables de nuestra vida.
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Cambiar de opinión.
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Cometer errores. Todos podemos equivocarnos.
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Decir “no lo sé”. Es imposible saberlo todo y no es necesario.
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No necesitar la aprobación de los demás. Es imposible agradar siempre a los demás.
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Elegir y decidir lo que quieres.
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No estar obligados a adivinar las necesidades de otros.
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No esperamos ser perfectos, basta con hacer las cosas de la forma más satisfactoria que podamos.