Teniendo en cuenta la recomendación de la Organización Mundial de la Salud, se debe limitar el consumo de azúcar a 25 gramos al día. Es difícil no sobrepasarlo hoy en día, con los hábitos alimentarios que tenemos. Cuando los alimentos se elaboraban en casa, era fácil controlar la cantidad de azúcar que se consumía, pero hoy, que casi todo lo que comemos viene elaborado de forma industrial, convendría observar los ingredientes y sumar los gramos de azúcar de todo lo que consumimos cada día.
Hay muchos productos que sabemos que son dulces y tienen azúcar: pasteles, tartas, helados… pero hay otros que tienen azúcares “escondidos”, no visibles. Por ejemplo, una cucharada de kétchup tiene 4 g de azúcar, una lata de refresco 40 gramos. Es lógico que preocupe la ingesta de bebidas azucaradas como un riesgo inminente para la salud, pues con una sola lata de refrescos al día ya se sobrepasa la recomendación de la OMS, y a esto hay que añadir toda la cantidad de azúcar que hay en los demás alimentos del día: frutas, lácteos… considerando estos los más saludables, pues si hablamos de alimentos procesados y envasados que llevan mucha más azúcar, hablamos de un dato alarmante.
Conviene leer las etiquetas de los productos y saber que hay muchos nombres para el azúcar: melaza, miel, fructosa, glucosa, dextrosa, maltosa, jarabe de maíz, néctar de fruta, jarabe de arce… Esto puede complicar la identificación de alimentos con azúcares que perjudican nuestra salud y hacen que todos los días sobrepasemos la recomendación de 25 gramos diarios.
Hay que tener cuidado también con la alimentación de los más pequeños. Los cereales, la bollería, los batidos… para el desayuno y la gran mayoría de alimentos incluidos en su dieta diaria, que tienen grandes cantidades de azúcar.
La OMS alerta sobre el aumento de la diabetes, caries dental y obesidad, siendo la ingesta de bebidas azucaradas uno de los principales factores. Así que, aprovechemos este principio de año para proponernos hacer algunas “sustituciones” como:
-
Azúcar blanco por endulzantes bajos en calorías o acalóricos (p.e. Stevia) o especias naturales (p.e. la canela).
-
Frutos secos con azúcar por frutos secos naturales, tanto crudos como tostados.
-
Refrescos, bebidas azucaradas o néctares de frutas por agua u otro tipo de bebidas refrescantes con bajo contenido de azúcar.
-
Postres dulces como galletas, helados… por fruta fresca entera.
-
Yogures azucarados por lácteos naturales sin azucares añadidos
-
Chocolates por chocolate negro con alto contenido en cacao (70% o más).
-
Cereales con azúcar por opciones sin azucares añadidos (por ejemplo, copos de avena).
No se trata de una dieta, sino un cambio de hábitos por otros más saludables y selección de productos naturales y buenos procesados. Todo esto y mucho más lo aprenden nuestros alumnos de Dietética, si estás interesado en esté área ponte en contacto con nosotros.